English:

“Tribes” is a social analysis, a raw portrait of occidental society.

Groups of families and friends set themselves up by the sea equipped to spend a day in the sun. All this, harmoniously juxtaposed, seems like a poem of customs that reveal through humor, color and tenderness, the profundity of a whole society.

These photos of modern-day beach groups are inspired by the studio portraits of ancient tribes who proudly posed in traditional costumes next to their prized possessions. The sky and the sea become the painted backdrop of the studio and the sand seems as if sprinkled on the studio floor. The lighting and the theatricality of the groups add an element of fantasy to the portraits of real people in their natural surroundings. This enlightens a banal situation and elevates it to a state of exception. I call this way of social photography “Antropología Fantástica”.

This series talks about the human condition during a moment on peaceful holiday, their pride to be there, their honesty and vulnerability. The objectively limited surrounding offers a complete extract of the essential.

This portrait of the “Spanish Tragicomedy” is meant to have many different interpretations. On the one hand it talks about the Occidental middle class, which is suffering from an identity crisis created by the current economic situation. These images make us wonder what is changing and what will remain. On the other hand, they challenge today’s concept of beauty.

The photos were taken along the Spanish coast and people were asked to participate in situ.

Ten minutes for a flashing set up, balancing color, shapes and hierarchies. All that gets dissolved afterwards leaving as the only witness a group portrait, a poetic painting… a human allegory.

I develop in photography what I call “Antropología Fantástica”. I portrait in a documentary and theatrical style, people or groups with fantasy and dramatic elements. It is a photo-event in which the actors interpret themselves.

Spanish:

“Tribus” es un trabajo de análisis social, un retrato crudo de la sociedad occidental.

Grupos de familias y amigos instalados a orillas del mar provistos de todo lo necesario para pasar un día bajo el sol. La escena se repetía como una sucesión de elementos constantes: sombrillas, toallas, neveras, palas, pelotas, niños y colchonetas. Todo ello armoniosamente dispuesto en el espacio, se me presentó como un poema costumbrista que revelaba, con humor y ternura, la profundidad de la sociedad.

Retraté a estos grupos de playainspirándome en los antiguos retratos de antropólogo en donde las tribus se mostraban orgullosos junto a sus utensilios y vestimentas tradicionales. El cielo y el mar actúan a modo de fondo de papel pintado y la arena de la playa parece esparcida por el suelo del estudio fotográfico. La iluminación, mezcla de luz natural y artificial, añadido a la teatralidad espontánea, dan un toque de fantasía a una imagen documental.una escena formada por personas reales sus entorno natural.

Esta serie habla de la condición humana en un momento de pacífica vacación, su orgullo de estar ahí, su honestidad y su vulnerabilidad. El entorno objetivo y limitado ofrece un extracto completo de lo esencial.

Este retrato de “Tragicomedia española” pretende tener diferentes interpretaciones. Por un lado, habla de la clase media occidental que sufre una crisis de identidad debido a la actual situación económica. Estas imágenes nos hacen preguntarnos qué cambia y qué permanece finalmente. Por otro lado, desafía el concepto de belleza de hoy.

Las imágenes fueron tomadas a lo largo de la costa española y la gentefue convencida para participar in situ. Diez minutos de creatividad instantánea quedan disueltos dejando como único testigo un retrato de grupo, una pintura poética… una alegoría humana.

Desarrollo en fotografía lo que denomino “antropología fantástica”. Retrato en un estilo entre documental y teatral personas o situaciones con elementos fantásticos y dramáticos. Siempre gente real, no actores. Se trata de un foto-evento en el que los sujetos se interpretan a sí mismos.

LUCIA HERRERO